Las cuerdas y los cables de acero son productos muy versátiles, que se utilizan en muchos contextos diferentes, en el sector industrial y en otros. La versatilidad de uso del cable de acero se refleja en una considerable diversificación, con productos diferentes indicados para aplicaciones específicas. Las principales diferencias entre los cables de acero conciernen dos parámetros: la estructura y los materiales utilizados. Empezaremos abordando la estructura general de una cuerda de acero para comprender mejor el primer punto.

La estructura de un cable de acero

La estructura básica de un cable o de una cuerda prevé un alma central alrededor de la cual se entrelazan las hebras. Las hebras son grupos ordenados de hilos de acero individuales, trenzados en espiral, formando estructuras más o menos complejas de forma hexagonal. En orden jerárquico, primero encontramos los hilos individuales enrollados en hebras y, luego, las hebras enrolladas a su vez alrededor del alma central, formando el cable. El alma del cable de acero puede ser de material textil, metal o compuesta a su vez por hebras.

La estructura de un cable de acero influye tres de sus características principales: la resistencia, la flexibilidad y la capacidad de torsión. En general, un cable con muchas hebras e hilos individuales es menos resistente, pero más flexible; en cambio, la capacidad de torsión depende del hecho que los hilos estén trenzados en la misma dirección de enrollamiento. En las cuerdas antigiratorias, es decir, con baja capacidad de torsión, los hilos poseen direcciones de enrollamiento diferentes. La resistencia también depende del grosor del cable.

Los materiales de un cable de acero

Por lo que concierne a los materiales de una cuerda de acero, existen tres tipos principales:

  • Cable de acero liso: es decir, de acero puro sin revestimientos. Las cuerdas lisas normalmente se tratan con una simple capa de grasa que facilita su deslizamiento. Este tipo es el más resistente a nivel mecánico. Por este motivo, normalmente se utilizan para elevar cargas y para ascensores. Los cables más delgados se utilizan como elementos de transmisión mecánica.
  • Cable de acero cincado: se trata de cables de acero puro recubiertos con una capa de cinc. Poseen la misma resistencia mecánica que las cuerdas de acero liso, pero la capa de cinc proporciona una óptima resistencia a la oxidación y a la corrosión. Se utilizan en sistemas de elevación y tracción al aire libre y para redes de protección contra caída de rocas.
  • Cable de acero inoxidable: los cables de acero inoxidable se realizan con aleaciones metálicas que incluyen, además del acero, otros materiales, como el níquel, el cromo y el molibdeno. Estas cuerdas poseen una resistencia mecánica ligeramente inferior con respecto a los dos tipos precedentes, pero son mejores contra la oxidación y la corrosión. Por este motivo, se utilizan en el sector náutico y en el arquitectónico y también en las líneas de vida para la seguridad de los trabajos en altura.

También existen tipos de cable de acero recubiertos con material plástico, conocidos también como transmisiones flexibles, utilizados, sobre todo, en el sector de la automoción cuando se requieren cuerdas que se deslicen de forma fluida.

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